La fuerte demanda de los compradores hizo que el propietario de la cadena de moda Zara informara ayer de un aumento del 41% en los beneficios, pero advirtió que tendría que aumentar los precios al expresar su preocupación por su cadena de suministro.

Inditex ha dicho que pedirá a sus proveedores que aumenten la producción de sus prendas, ya que trata de almacenar artículos de cara a las operaciones de Navidad «ante posibles tensiones en la cadena de suministro».

Zara es conocida por utilizar sus propias fábricas en España y Turquía para responder rápidamente a las tendencias de la moda, pero la medida se refiere a las prendas producidas en Asia, donde Inditex se abastece de artículos como camisetas y ropa interior. Inditex no ha precisado la naturaleza de los problemas de la cadena de suministro que teme.

El gigantesco grupo minorista español, que también posee las marcas Massimo Dutti, Pull & Bear y Bershka, dijo que aumentaría los precios en otoño para ayudar a compensar el aumento de los costes de los insumos, a pesar de la preocupación de que la demanda podría verse afectada por la crisis del coste de la vida. También subió los precios en primavera y verano.

Inditex fue fundada por Amancio Ortega, hoy uno de los hombres más ricos de Europa, en 1975, cuando abrió su primera tienda Zara junto a Rosalía Mera, su esposa en aquel momento.

En la primera serie de resultados desde que Marta Ortega, de 38 años, hija del fundador, asumió el cargo de presidenta no ejecutiva, informó de unos ingresos de 14.800 millones de euros en los seis meses hasta finales de julio, frente a los 11.900 millones de un año antes. El beneficio neto aumentó a 1.790 millones de euros, frente a los 1.270 millones del año anterior. Los resultados fueron mejores de lo que esperaban los analistas y las acciones de Inditex cerraron con una subida de 71 céntimos, un 3,2%, a 22,80 euros.

Óscar García Maceiras, consejero delegado de 46 años, dijo que las ventas habían seguido creciendo en las últimas semanas y que confiaba en el potencial de la compañía a largo plazo, a pesar de la preocupación de los inversores por la disminución de la demanda de moda a medida que la inflación se afianza. Inditex ya decidió aumentar sus precios para hacer frente a la inflación en un momento en el que los compradores adquirían más ropa para las vacaciones, los eventos y la vuelta a la oficina.

Los analistas de Credit Suisse dijeron que Inditex se había beneficiado de las tendencias, el clima y los precios favorables y que no había garantía de que los compradores no se resistieran a nuevas subidas de precios.